Al no disponer de documentación fehaciente, son algo confusos los datos que tenemos acerca de la fecha de su fundación. Pero podemos basarnos en referencias históricas de la que sí tenemos constancia por documentos ajenos y por la tradición.
Así, tenemos constancia de que existe escritura de donación de suelo, fechada el día 11 de Octubre de 1.525 y protocolizada en el Registro de D. Luis de Huerta, al folio 570, en la que los Frailes residentes en el monasterio de Santo Domingo, extramuros de la ciudad, conceden el suelo dentro del recinto del citado monasterio, para que en él puedan edificar una “Capilla dedicada al servicio de Dios Nuestro Señor y de su bendita Madre, para el uso y servicio de la cofradía de Ntra. Sra. Santa María del Rosario, y para que en ella puedan ser enterrados los hermanos que así lo deseen”.
Igualmente, tenemos constancia de que en el año 1.575, con motivo de la llegada a Jerez del Stmo. Cristo de la Defensión, la Hermandad del Rosario salió corporativamente a recibirle al humilladero de las Angustias y que seguidamente, junto con la Hermandad de las Angustias, acompañaron en solemne procesión, a ésta bendita imagen hasta el convento de Capuchinos, donde quedó depositado y aún continúa en la actualidad.
Ya en el año 1.700 se habían asociado los montañeses bajo el manto de Ntra. Sra. del Rosario.
Se conserva el primitivo libro de Reglas de la Hermandad, en papel de marquilla y fondo de encuadernación en pergamino. Empieza su primera página con “Ave María del Rosario”.
La primera junta de la que tenemos constancia es del 18 de Febrero de 1.735.
En documento de aquella época, concretamente en el año 1.736, queda recogido que la Archicofradía de Ntra. Sra. del Rosario está canónicamente establecida en el Real convento de Santo Domingo, de ésta ciudad de Jerez de la Frontera. Su fiesta principal se celebra en uno de los domingos del mes de Mayo (preferentemente debe ser el primer domingo, Día de las Rosas) portando los hermanos, en la procesión que se celebraba después de la Misa solemne por los alrededores del convento, ramos de flores, llevando al menos una rosa, las cuales son bendecidas por el preste antes de la procesión.
Así, tenemos constancia de que existe escritura de donación de suelo, fechada el día 11 de Octubre de 1.525 y protocolizada en el Registro de D. Luis de Huerta, al folio 570, en la que los Frailes residentes en el monasterio de Santo Domingo, extramuros de la ciudad, conceden el suelo dentro del recinto del citado monasterio, para que en él puedan edificar una “Capilla dedicada al servicio de Dios Nuestro Señor y de su bendita Madre, para el uso y servicio de la cofradía de Ntra. Sra. Santa María del Rosario, y para que en ella puedan ser enterrados los hermanos que así lo deseen”.
Igualmente, tenemos constancia de que en el año 1.575, con motivo de la llegada a Jerez del Stmo. Cristo de la Defensión, la Hermandad del Rosario salió corporativamente a recibirle al humilladero de las Angustias y que seguidamente, junto con la Hermandad de las Angustias, acompañaron en solemne procesión, a ésta bendita imagen hasta el convento de Capuchinos, donde quedó depositado y aún continúa en la actualidad.
Ya en el año 1.700 se habían asociado los montañeses bajo el manto de Ntra. Sra. del Rosario.
Se conserva el primitivo libro de Reglas de la Hermandad, en papel de marquilla y fondo de encuadernación en pergamino. Empieza su primera página con “Ave María del Rosario”.
La primera junta de la que tenemos constancia es del 18 de Febrero de 1.735.
En documento de aquella época, concretamente en el año 1.736, queda recogido que la Archicofradía de Ntra. Sra. del Rosario está canónicamente establecida en el Real convento de Santo Domingo, de ésta ciudad de Jerez de la Frontera. Su fiesta principal se celebra en uno de los domingos del mes de Mayo (preferentemente debe ser el primer domingo, Día de las Rosas) portando los hermanos, en la procesión que se celebraba después de la Misa solemne por los alrededores del convento, ramos de flores, llevando al menos una rosa, las cuales son bendecidas por el preste antes de la procesión.
Posteriormente, tenemos un vacío de documentación durante un período, que abarca hasta el año 1.850, en plena época de la desamortización de Mendizábal. El día 7 de Enero de 1.851, curiosamente, sin la presencia ni dirección de los dominicos, se celebra una junta general, en el ex-convento de Santo Domingo, en la que queda reorganizada la Venerable y Antigua Archicofradía de Ntra. Sra. del Rosario, nombrándose la primera junta de Gobierno de ésta nueva etapa. Durante este tiempo y hasta la vuelta de los dominicos en 1.897, la dirección espiritual de la Hermandad la lleva el capellán, D. Juan Francisco Jaén, nombrado por la Diócesis de Sevilla, responsable de los cultos en el ex-convento de Santo Domingo.
Detalles y hechos acaecidos durante ésta época y a lo largo de la vida de la Hermandad, quedarán ampliamente recogidos en la Historia que nos proponemos escribir, para mayor información y conocimiento de los hermanos y devotos.
Detalles y hechos acaecidos durante ésta época y a lo largo de la vida de la Hermandad, quedarán ampliamente recogidos en la Historia que nos proponemos escribir, para mayor información y conocimiento de los hermanos y devotos.
Pero no nos queremos sustraer a dejar constancia en ésta breve reseña de que en la junta de Gobierno celebrada el día 20 de Septiembre de 1.863, se aprobó que la imagen de la Stma. Virgen del Rosario saliese por primera vez en procesión, una vez terminada la novena en su honor, con motivo de su Fiesta en Octubre.
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José Manuel Moreno Arana
Diario de Jerez 13-X-MMXV
Siglos atrás Jerez fue, gracias a su cercanía con el comercio americano primero y al desarrollo de la industria del vino después, una tierra de oportunidades, el destino de una fuerte inmigración. En este contexto se entiende la llegada a nuestra ciudad de un gran número de cántabros, los montañeses, un fenómeno que será muy significativo desde el siglo XVIII y hasta bien entrado el XX. Dedicados a las tiendas de comestibles y a las tabernas, pronto se convirtieron en una especie de pequeña burguesía local, llegando a amasar muchos de ellos unos caudales superiores a los de la gran mayoría de los jerezanos de la época. Su conciencia de pertenencia a un grupo diferenciado dentro de esa sociedad les lleva a crear un gremio y a agregarse a una hermandad, la del Rosario del convento de Santo Domingo.
Esta cofradía, que ya existía en el quinientos y que tenía una espaciosa capilla tardogótica en la nave de Consolación de la iglesia dominica, sufrirá a partir de 1735, con la entrada de los montañeses en ella, un periodo de esplendor. Sólo cinco años después comienzan un proceso de transformación de su capilla, que pasará de ser una construcción de estética medieval a configurar uno de los espacios más intensamente barrocos de la zona. Un gran conjunto, conformado a lo largo de más de tres décadas, iniciado con la contratación de su retablo con Agustín de Medina y Flores y Diego Roldán en 1740 y concluido al levantarse la portada exterior en 1764 por Andrés Benítez. Una portada monumental, solemne aun en sus formas sinuosas, que da paso a una fogosa cueva dorada, que desata un irrefrenable movimiento con epicentro en el camarín de la Virgen.
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La reciente festividad del Rosario puede ser una excusa, aunque la experiencia de visitar un lugar tan bello es siempre obligada y la embriaguez de los sentidos nunca igual.